jueves, 28 de marzo de 2013

FELIZ PASCUA


 

                   LOS “HUEVOS” DE LAS PASCUAS

 

   Junto a las religiones instaladas en estas latitudes, también lo hicieron sus celebraciones y costumbres gastronómicas.
     Así queda a contrapelo la ingesta  de invierno en pleno verano, en la Navidad y también los huevos de Pascua.
    El origen de la tradición de comer huevos al finalizar el invierno, en el norte, serían una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur. Éstas  empezaban a poner huevos, que alimentaban a los hombres hasta que podían volver a cazar.
     Desde la Edad Media, diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos) han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con esta época de renacimiento primaveral.
     El huevo como la matriz de vida, creación, nacimiento.
    También el huevo de pascua participa en los ritos del “Séder” judío, que simboliza en este caso el duro corazón del faraón que no dejaba salir al pueblo hebreo.
    Posteriormente, los cristianos lo tomaron como representante de la resurrección de Cristo.
    Entre los siglos IX al XVIII, la Iglesia prohibió el consumo de huevos durante la cuaresma, por considerarlo equivalente a la carne. La gente comenzó a cocerlos y pintarlos para diferenciarlos de los frescos y poder consumirlos. Con el tiempo esta tradición se incorporó a la festividad de Pascua de Resurrección y actualmente es un símbolo universal.
   El hecho de asociar el huevo a la fertilidad y por coincidir la Pascua con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, hace que se establezca por toda Europa como símbolo de la Pascua. De modo que rápidamente los pasteleros de época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el azúcar, luego el chocolate. Desde entonces las Pascuas se celebran con chocolate.
    Cabe recordar que el chocolate, producto del árbol de cacao, llega a Europa desde América en el siglo XVII.
     No se conocen con certeza los orígenes de la planta de cacao. Algunas teorías proponen que su diseminación empezó en las tierras tropicales de América del Sur, de la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas, extendiéndose hasta al sureste de México. Otras plantean que ocurrió lo opuesto: se extendió desde el sureste de México hasta la cuenca del río Amazonas. Lo que se tiene por hecho sí, es que las primeras evidencias de su uso humano se encuentran en territorio mexicano.
     El chocolate era consumido como bebida medicinal y estimulante por los Mayas, mucho tiempo antes de la llegada de los españoles.
     Acerca de la costumbre de esconder huevos pintados en los jardines de las casas, no se conoce un motivo específico. Sólo  para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran.
     Para algunos, en muchos países, la búsqueda del huevo escondido simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes y los engaños puestos por Dios para evitar ser encontrados          
     ¿Y el conejo? ¿Por qué se suma el conejo a la Pascua?
     Aunque sus orígenes no están muy definidos, se supone que la elección del conejo se debe a su conocida capacidad de procreación, de gran valor simbólico en unas fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra.
     Desde antes de Cristo, el conejo era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril. En alusión a esa diosa, en algunos países a la festividad de pascua se la denomina "Easter".
    Easter era originalmente la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz.
     Ya en el siglo VIII los anglosajones habían transferido dicho nombre a la fiesta cristiana que designa la celebración de la Resurrección de Cristo.

     En la tradición cristiana se transmite desde entonces, una leyenda sobre el origen del conejo de Pascua. Un  relato cuenta que un conejo estuvo encerrado en el sepulcro junto a Jesús siendo testigo de su resurrección.
    Al haber presenciado el milagro y salir de la cueva junto con Jesús, fue elegido como el mensajero que comunica y recuerda a todos la buena nueva, la resurrección, regalando huevos pintados.
   Actualmente las leyendas y tradiciones culminan en la costumbre de regalar huevos de chocolate durante la Pascua, a modo de presente, ejemplarizando con el huevo la manifestación de la resurrección de Cristo, en cuerpo presente.
    El huevo de Pascua como regalo forma parte de la fraternidad y unión familiar del mismo modo a como ocurre con Papá Noel en Navidad.


Jorge  Nocetti  Ruiz


1 comentario:

  1. MUY ILUSTRATIVO, LO UTILIZARÉ (CON TU FIRMA INCLUIDA) PARA SALUDAR EN ESTA PASCUA.
    GRACIAS Y FELICITACIONES POR TRES.
    Juan Fornaro

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