LOS
“HUEVOS” DE LAS PASCUAS
Junto a las religiones instaladas
en estas latitudes, también lo hicieron sus celebraciones y costumbres
gastronómicas.
Así queda a contrapelo la
ingesta de invierno en pleno verano, en
la Navidad y también los huevos de Pascua.
El origen de la tradición de comer
huevos al finalizar el invierno, en el norte, serían una reminiscencia de la
Edad de Hielo. Tras el duro invierno, cuando apenas quedaban provisiones, con
la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur. Éstas empezaban a poner huevos, que alimentaban a
los hombres hasta que podían volver a cazar.
Desde la Edad Media, diversos pueblos (chinos, egipcios,
hindúes,
persas,
galos,
romanos)
han considerado el huevo como símbolo universal de la vida, relacionado con
esta época de renacimiento primaveral.
El huevo como la matriz de vida, creación, nacimiento.
También el huevo de pascua participa en los ritos del “Séder” judío,
que simboliza en este caso el duro corazón del faraón que no dejaba salir al
pueblo hebreo.
Posteriormente, los cristianos lo
tomaron como representante de la resurrección de Cristo.
Entre los siglos IX al XVIII, la Iglesia prohibió el consumo de huevos
durante la cuaresma,
por considerarlo equivalente a la carne. La gente comenzó a cocerlos y pintarlos
para diferenciarlos de los frescos y poder consumirlos. Con el tiempo esta
tradición se incorporó a la festividad de Pascua de Resurrección y actualmente es
un símbolo universal.
El hecho
de asociar el huevo a la fertilidad y por coincidir la Pascua con la estación
primaveral, estación fértil por excelencia, hace que se establezca por toda Europa como
símbolo de la Pascua. De modo que rápidamente los pasteleros de época
comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el
azúcar, luego el chocolate. Desde entonces las Pascuas se celebran con
chocolate.
Cabe recordar que el chocolate, producto del árbol de cacao, llega a
Europa desde América en el siglo XVII.
No se conocen con certeza los orígenes de la planta de cacao. Algunas
teorías proponen que su diseminación empezó en las tierras tropicales de
América del Sur, de la cuenca del río Orinoco
o el río Amazonas, extendiéndose hasta al sureste de México.
Otras plantean que ocurrió lo opuesto: se extendió desde el sureste de México
hasta la cuenca del río Amazonas. Lo que se tiene por hecho sí, es que las
primeras evidencias de su uso humano se encuentran en territorio mexicano.
El chocolate era consumido como
bebida medicinal y estimulante por los Mayas, mucho tiempo antes de la llegada
de los españoles.
Acerca de la costumbre de esconder huevos pintados en los jardines de
las casas, no se conoce un motivo específico. Sólo para la alegría y regocijo de los niños que
los encuentran.
Para algunos, en muchos países,
la búsqueda del huevo escondido simboliza la persecución de Jesús por parte de
Herodes y los engaños puestos por Dios para evitar ser encontrados
¿Y el conejo? ¿Por qué se suma el conejo a
la Pascua?
Aunque sus orígenes no están muy
definidos, se supone que la elección del conejo
se debe a su conocida capacidad de procreación, de gran valor simbólico en unas
fiestas dedicadas a la fertilidad de la tierra.
Desde antes de Cristo, el conejo era un
símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté,
a quien además estaba dedicado el mes de abril. En alusión a esa diosa, en
algunos países a la festividad de pascua se la denomina "Easter".
Easter era originalmente la festividad de la
primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz.
Ya
en el siglo VIII los anglosajones habían transferido dicho nombre a la fiesta
cristiana que designa la celebración de la Resurrección de Cristo.
En la tradición cristiana se transmite desde
entonces, una leyenda sobre el origen del conejo de Pascua. Un relato cuenta que un conejo estuvo encerrado
en el sepulcro junto a Jesús siendo testigo de su resurrección.
Al
haber presenciado el milagro y salir de la cueva junto con Jesús, fue elegido
como el mensajero que comunica y recuerda a todos la buena nueva, la
resurrección, regalando huevos pintados.
Actualmente las leyendas y tradiciones
culminan en la costumbre de regalar huevos de chocolate durante la Pascua, a
modo de presente, ejemplarizando con el huevo la manifestación de la
resurrección de Cristo, en cuerpo presente.
El huevo de Pascua como regalo forma parte
de la fraternidad y unión familiar del mismo modo a como ocurre con Papá Noel
en Navidad.
Jorge Nocetti Ruiz
MUY ILUSTRATIVO, LO UTILIZARÉ (CON TU FIRMA INCLUIDA) PARA SALUDAR EN ESTA PASCUA.
ResponderEliminarGRACIAS Y FELICITACIONES POR TRES.
Juan Fornaro